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Informe libro:

Cien años de soledad

Gabriel García Márquez

Gabriel García Márquez, fue uno de los escritores más destacados durante el ‘Boom Latinoamericano’ que se desarrolló durante 1960 y 1970, este alude a elementos de realidades sociales para construir a través de la literatura interpretaciones propias de la realidad.

 

El país estaba pasando por un período de entreguerras y los lectores de esa época estaban buscando algo más, que los motivara a leer. Esto propició la creación de grandes obras, como “Cien años de soledad”, una novela publicada en 1967 y ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1982. En la cual se relata el origen, la evolución y decadencia de Macondo, un pueblo imaginario (que ya había hecho su aparición en otras tres novelas cortas publicadas con anterioridad), en el que suceden historias fantásticas, pestes de insomnio, diluvios, fertilidad desmedida, entre otros, y a la vez se narra la historia de las seis generaciones de la familia Buendía en el mundo mágico de Macondo, que termina con la extinción de la estirpe.  

 

El libro abarca aproximadamente cuatrocientos años de historia y nos cuenta acerca de los numerosos antepasados de José Arcadio y su esposa Úrsula. La novela inicia muchos años después frente al pelotón de fusilamiento, donde el coronel Aureliano Buendía, hijo de José Arcadio, recuerda una tarde en la que su padre lo llevo a conocer el hielo.

“Tanto insistieron, que José Arcadio Buendía pagó los treinta reales y los condujo hasta el centro de la carpa, donde había un gigante de torso peludo y cabeza rapada, con un anillo de cobre en la nariz y una pesada cadena de hierro en el tobillo, custodiando un cofre de pirata. Al ser destapado por el gigante, el cofre dejó escapar un aliento glacial. Dentro solo un enorme bloque transparente, con infinitas agujas internas en las cuales se despedazaba en estrellas de colores la claridad del crepúsculo. Desconcertado, sabiendo que los niños esperaban una explicación inmediata, José Arcadio Buendía se atrevió a murmurar:

 

-Es el diamante más grande del mundo.

-No –corrigió el gitano-. Es hielo.”    

 

Este fue uno de los fragmentos que más me gusto del libro, porque demuestra la inocencia de José Arcadio Buendía y la astucia de los gitanos, los cuales llevaban a Macondo cosas realmente comunes y las hacían vislumbrar ante la vista de los habitantes del pueblo. La fuerza en la narrativa que utilizo García Márquez para generar intriga y lograr atrapar al lector hasta el final de la historia demuestra su capacidad para contar, en ocasiones logra confundirnos entre la realidad y la fantasía. 

     

En la novela se cuenta de manera incomparable la historia colombiana después de la llegada del libertador hasta los años treinta, queriendo con esto crear y/o extender una conciencia crítica ante esa realidad en la sociedad. Por ejemplo, en la novela se narra el ingreso de los norteamericanos con sus compañías bananeras en Macondo, que llegaron imponiendo su economía capitalista y estaban acabando con la tranquilidad del pueblo. Esto se puede comparar con lo sucedido en Santa Marta y Ciénaga (Magdalena) en noviembre de 1928, donde los trabajadores de la United Fruit Company organizaron una huelga que desencadenó los acontecimientos conocidos como la Masacre a las Bananeras, narrados con gran belleza y astucia en la novela.

 

La técnica implementada por García Márquez para la narración es el realismo mágico, que hace posible que la objetividad de la vida real se vea  combinada con la subjetividad de la fantasía. Lo insólito e imposible dan lugar a una atmósfera mágica que mitiga la miseria social y humana, de forma que lo mágico subraya la dureza y desajuste de la realidad y en ocasiones la violencia que domina la vida cotidiana.

 

La familia Buendía, se ve inmersa en una gran cantidad de episodios fantásticos, divertidos y violentos, este clima de violencia en el que se desarrollan los personajes es el que marca la soledad que los caracteriza, provocada por las condiciones de vida y por las angustias existenciales del individuo.    

 

 

 

Natalia Marín Galeano

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